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Bogotá - Colombia

Lo que gana Colombia con el acceso a la OCDE

    Los beneficios se pueden agrupar en tres categorías, principalmente: mejores políticas públicas, mayor confianza e inversión en la economía nacional.


Colombia recibió con alegría la noticia de que había sido aceptada como el país miembro número 37 de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). No era para menos: este organismo agrupa a las principales economías desarrolladas del mundo y promueve de manera efectiva el uso de buenas prácticas públicas en materia social, política y económica. De ahí la credibilidad e importancia de su lema: “Mejores políticas para una vida mejor”.

Pero, puntualmente, ¿cuáles son los beneficios de que el país acceda a esa organización? ¿Son estos tangibles? 

Estos beneficios se pueden agrupar en tres categorías, principalmente: mejores políticas públicas, mayor confianza e inversión en la economía nacional, y mayor posicionamiento e influencia internacional de Colombia. Todo esto se traducirá en mayor bienestar para los colombianos.

El primero de estos beneficios –mejores políticas públicas– es ya una realidad y con el paso del tiempo su impacto se fortalece cada vez más. 

Con ocasión del proceso de acceso a los 23 Comités de la OCDE, y siguiendo las buenas prácticas de las economías avanzadas, Colombia tomó e implementó más de 51 medidas de política pública que implicaron cambios sustantivos para el país; entre ellas se incluyen leyes, resoluciones, decretos y documentos Conpes.

Por ejemplo, para mejorar las prácticas en el sector Hacienda, el Gobierno Nacional sancionó las leyes de antisoborno y conglomerados financieros, e impulsó una elección más transparente de los superintendentes. 

Así mismo, para combatir la evasión de impuestos a través de paraísos fiscales, se firmó la Convención sobre Asistencia Mutua en temas tributarios: hoy la DIAN puede intercambiar información con más de 90 países –antes eran solo 4– y contrastar sus datos con los de casi una centena de naciones. 

Avances similares se encuentran en los otros frentes. El acceso a la OCDE facilitó medidas para promover la competencia y productividad del país; ejemplo de ello es la aprobación de la Ley de Derechos de Autor, la implementación de la política de mejora regulatoria y la realización del censo agropecuario. 

En materia ambiental, se creó el impuesto al carbono y a la utilización de bolsas plásticas, y se expidió la regulación del uso de sustancias químicas. 

Por último, en el ámbito laboral, cabe recalcar el fortalecimiento de normas contra la contratación ilegal y de promoción de la formalidad, así como la protección de los sindicalistas.

Adicionalmente, a futuro el país tendrá más herramientas para entender de manera oportuna y con precisión la efectividad y pertinencia de las medidas tomadas. 

Al ser un miembro pleno de la organización, contará con información de mejor calidad, asesoría de primer nivel y estudios rigurosos y frecuentes sobre los avances de la nación.

Así mismo, Colombia será evaluada periódicamente, se comparará con los mejores estándares internacionales y accederá a mecanismos de revisión para mejorar de manera continua sus políticas públicas. 

El segundo beneficio claro de pertenecer a la OCDE es que, dada la reputación de este organismo, la membresía aumenta la confianza de los inversionistas nacionales e internacionales en el país. 

Los miembros actuales de la OCDE concentran el 75% de la inversión extranjera directa a nivel global y el 60% del comercio y PIB mundial. Dado que en adelante Colombia estará asociada a este club, podrá acceder a mejores condiciones e instrumentos financieros internacionales. 

A su vez, la mejora en el ambiente inversionista y el acceso a nuevas fuentes de financiación contribuirán al fortalecimiento de la economía y permitirán seguir avanzando en reducción del desempleo, la pobreza y la inequidad. 

Por último, es de esperarse que, gracias al ingreso, el país logre tener un aún mejor posicionamiento e influencia a nivel internacional. 

Al ser miembro de esta organización, pasará de ser un receptor pasivo de buenas prácticas en política pública a constituirse en parte activa en la creación de estas. Sin ir más lejos, durante el proceso de acceso, el país se destacó por innovar en diferentes frentes y se encuentra en proceso de exportar algunos de los avances nacionales en políticas.

Ejemplo de ello es el uso de big data para el cálculo de la inflación regulatoria, el sistema de seguimiento y evaluación de políticas a cargo del Departamento Nacional de Planeación y los avances recientes en políticas públicas inteligentes, con su énfasis en la experimentación, el uso de datos masivos y la participación ciudadana. 

Desde la OCDE, Colombia será un interlocutor de talla global, tendrá incidencia en la definición de los marcos de referencia técnicos y será un puente entre los contextos europeo y latinoamericano para beneficio de ambos continentes. 

Así pues, el acceso a la OCDE trae consigo beneficios tangibles y de corto y largo plazo para el país, su economía y los colombianos. Como entidad coordinadora del Estado para asuntos OCDE, el DNP se encuentra desde ya en la tarea de asegurar que estos se sigan materializando día a día y alcancen su máximo potencial. 

Si bien para que esto ocurra es necesario dar cumplimiento a los compromisos postacceso y honrar las nuevas obligaciones de Colombia como miembro pleno, el país ya avanzó de forma significativa con el importante logro de haber sido admitido a esta organización de mejores prácticas. 

Más que una aspiración, el lema de “mejores políticas para una vida mejor” es ya una realidad en Colombia.

 Fuente: Portafolio